Cómo ahorrar dinero en tus facturas energéticas de invierno
Updated marzo 3, 2025 | Published diciembre 1, 2022 by Angela Talbot
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- Ahorro y presupuesto

El invierno suele ser la estación en la que más gastan los estadounidenses. Comienza con las compras navideñas y continúa hasta la primavera con el aumento de las facturas de calefacción y energía. En 2024, la inflación ya hace que los consumidores planeen comprar menos regalos. También podemos esperar aumentos en los costes de la electricidad debido a las nuevas tarifas de National Grid , que entraron en vigor el 1 de octubre de 2024. Teniendo esto en cuenta, nuestro equipo ha elaborado una lista de consejos para ayudarte a ahorrar en estas costosas facturas de energía.
1. Baja el termostato.
Esta es la respuesta más obvia para ahorrar dinero en la calefacción de tu casa. Podrías ahorrar alrededor de un 5% en calefacción bajando el termostato de más de 70 grados a 68. Puede que tengas que ponerte un jersey en casa y acurrucarte bajo algunas mantas, pero luego estarás orgulloso de los resultados. También puede ser beneficioso utilizar un termostato inteligente con temporizador y control de temperatura. Cuando salgas de casa por el día o cuando estés durmiendo por la noche, baja la temperatura aún más de lo normal, o haz que se apague del todo, para ahorrar más.
2. Utiliza tus persianas y cortinas con eficacia.
Abre las persianas y cortinas cuando el sol entre por las ventanas y ciérralas bien por la noche. Los rayos de sol que atraviesan el cristal calientan la casa como un efecto invernadero. Pero asegúrate de cerrarlas en cuanto el sol deje de asomar por si hay fugas de aire. Tus cortinas proporcionarán una capa extra de aislamiento en las ventanas, que es por donde se escapa la mayor parte del calor de las casas.
3. Bloquea las fugas de aire.
En primer lugar, mantén las puertas y ventanas cerradas en todo momento. Comprueba los burletes. Cualquier grieta o daño puede inutilizarlo. Asegúrate de que los puntos alrededor de puertas o ventanas que puedan tener fugas estén lo mejor sellados posible. Las puertas que dan al garaje o al sótano pueden ser una zona potencial de pérdida de calor. Los burletes para puertas son una forma fácil y barata de mantener el calor dentro. También puedes comprar kits de sellado de ventanas que cubrirán toda la ventana con plástico para mantener fuera el aire frío. Si tienes una casa con chimenea, asegúrate de cerrar la compuerta cuando no la estés utilizando.
4. Reduce la potencia del calentador de agua.
Muchos calentadores de agua alcanzan los 140 grados Fahrenheit. El agua tan caliente quemaría gravemente a cualquiera que la tocara, así que no es necesario que esté tan alta. Puedes bajarla sólo 20 grados, a 120 grados Fahrenheit, y seguirá proporcionando suficiente calor. Además, ¡te ahorrarías un 8% al año en calentar el agua! Además, puedes comprar una manta para envolver el calentador de agua. Esto mantiene el calor en el interior para que la resistencia no tenga que encenderse tan a menudo.
5. Utiliza menos electricidad durante las horas punta.
Según las compañías eléctricas, las horas punta son esencialmente aquellas en las que todo el mundo está despierto y consume más electricidad, mientras que las horas no punta son las nocturnas, los fines de semana y los días festivos, cuando la gente consume menos. Las compañías eléctricas cobran tarifas más altas en las horas punta que en las horas valle. Averigua cuáles son las horas punta de tu proveedor de electricidad, ya que varían de una compañía a otra. Intenta utilizar los electrodomésticos que consumen más energía, como el lavavajillas y la lavadora, en las horas valle.
6. Comprueba la temperatura de tu frigorífico.
Tu frigorífico debe estar a una temperatura de entre 35 y 40 grados Fahrenheit para mantener los alimentos fríos, y tu congelador debe estar a 0 grados Fahrenheit para mantener los alimentos congelados. Si las temperaturas son más bajas, consumes energía innecesariamente.
7. Comprueba el aislamiento de tu ático.
El calor sube, y si tu ático no está bien aislado, es probable que estés perdiendo parte del calor al subir y salir. Un mal aislamiento también puede hacer que entre demasiado aire frío.
8. Apaga la calefacción en las habitaciones que no utilices.
Si tienes habitaciones en casa que no se usan mucho, como cuartos de invitados o guaridas, apaga la calefacción o cierra las rejillas de ventilación de esas habitaciones. Esto empujará más calor hacia las habitaciones donde realmente lo necesitas. Además, mantén cerradas las puertas de esas habitaciones para que no circule el calor por ellas. Para asegurarte de que recibes la máxima cantidad de calor en las habitaciones que sí utilizas, asegúrate de que las rejillas de ventilación no estén bloqueadas por muebles y estén limpias para que el calor circule sin problemas.
9. Lava y seca sólo cargas completas de ropa.
No malgastes energía lavando dos veces la mitad de una carga. Espera a tener una carga completa de ropa y lávala una sola vez. Ahorra energía en el secado colgando la ropa para que se seque al aire.
10. Desenchufa.
¿Sabes que, aunque estén apagados, los aparatos electrónicos enchufados a la pared siguen consumiendo electricidad? Puedes reducir tus gastos de electricidad desenchufando todos los aparatos electrónicos que no estés utilizando. Cosas como el microondas, la tostadora, el ordenador, el televisor o las lámparas pueden desenchufarse cuando no se utilicen.
11. Apaga las luces navideñas.
Las luces navideñas son un gasto añadido para mucha gente durante la temporada de invierno. Si no estás dispuesto a prescindir por completo de la iluminación festiva, opta por un temporizador que apague las luces en un momento determinado de la noche o apágalas tú mismo antes de acostarte. Es costumbre que mucha gente mantenga las luces y los adornos navideños encendidos hasta Año Nuevo, pero apagar los adornos después de Navidad te ahorrará una semana más del coste de alimentarlos.